«Mis Papás No Me Quieren Porque Me Regañan Mucho»

Como padres le damos a nuestros hijos todo el amor y el cariño incondicional. Debemos hacer que se sientan queridos, prestarles mucha atención, estar junto a ellos, apoyarlos y acompañarlos en el proceso de su crecimiento. Sin embargo, hay circunstancias que debemos estar aún más atentos y reforzar los lazos para que siempre, a pesar de los problemas que puedan presentar, se sientan amados.

El amor siempre está presente pero cómo demostrarlo para que ellos se sientan importantes y queridos es vital. Incluirlo en las decisiones familiares, aplaudir y resaltar sus méritos, expresarle lo orgullosos que se sienten de tenerlo como hijo debe ser una constante.

No se deben comparar con otros o echarles la culpa de tus problemas, esto podría afectar su autoestima. Menos aún sacarle en cara tu sacrificio luego de su nacimiento. Al contrario siempre hazles saber lo importante que son para ti, hay que reforzar los lazos de comprensión, aceptación y amor, para que él siga sintiendo que nada cambia.

1. Haz que tu hijo se sienta importante y querido aún cuando le llames la atención

No pocas veces un niño que es regañado se siente menos querido. Hay que saber que a veces los pequeños no saben distinguir que los regaños o los castigos en nada disminuyen el amor que se les tiene. Solo son para corregir y hacer que se den cuenta de ello.

Quizás alguna vez te haya sucedido que has regañado a tu niño y su respuesta inmediata sea la de ir a abrazarte o decirte que te quiere mucho. Pues bien, esto es un claro ejemplo de que él no sabe discernir la situación, porque para su mente inocente cuando se castiga, no se quiere. Por eso se te acerca, con el único objetivo de confirmar que tu amor hacia él sigue intacto. Por eso es importante la manera como lo regañas y como reaccionas tú.

2- Haz que tu hijo se sienta importante y querido aún cuando el clima en casa no sea el mejor

Nada de lo que pase con los adultos en casa tiene que ver con el niño. No son problemas suyos las cuentas impagables, el divorcio de los padres, las diferencias de criterios, problemas laborales. Si el clima dentro del hogar no es el mejor, el trato hacia tu hijo, la dedicación y el afecto que necesita deben continuar invariables.

Si bien al niño no hay que mentirle ni ocultarle los problemas, hay que ser honestos y más perspicaces sobre cómo se le dicen las cosas, qué se debe y no hablar delante de él. Digamos, por ejemplo, si papá y mamá van a divorciarse, al hijo no hay que decirle que papá va a viajar por un tiempo sino explicarle la situación acorde a su edad.

3- Haz que tu hijo se sienta importante y querido aún cuando cometa errores

Cuando un niño comete errores, como les sucede a cualquier persona, se siente mal por ello. Si de algún modo él siente que decepciona a sus padres, puede creer que será menos importante y querido para sus progenitores.

Es importante hacerle saber que cuando se equivoca es bueno reconocerlo, rectificar y que nada tiene que ver con el amor incondicional de sus padres. Se le quiere por encima de todo.

Fuente: Eres mamá, Team La Casa de Tití.

 

Cómo Lograr Que los Niños Sean Respetuosos Con Sus Padres y Viceversa

El respeto es la base para una correcta convivencia y no cabe duda que es en la familia donde se construyen sus cimientos que conllevan a consideración de uno mismo y del prójimo. Pero, ¿cómo lograr el respecto de los padres a los hijos, de los hijos a los padres y en tu familia?

El mundo sería un lugar mucho más amable y feliz, si todos los seres humanos se respetaran más entre sí y también a los demás seres vivientes. El respeto es considerado la base de todas las relaciones y es importante mantenerlo para que estas perduren. Debe existir tanto de los niños hacia los padres como también de los padres hacia los hijos.

En la actualidad parece que los niños tienen grandes dificultades para respetar a las figuras de autoridad, ya sean sus padres, sus maestros o profesores. El origen de esta pérdida de respeto es complejo, pero tiene mucho que ver con la forma de educar a los niños y al papel que les estamos otorgando en la sociedad actual.

La familia se ha vuelto más permisiva, centrada en el niño y en su bienestar. El valor del respeto es uno de los aprendizajes de interacción social más importantes que cualquier niño o niña debe realizar desde su más temprana edad. Ellos también merecen respeto. Y en la medida que este respeto sea mutuo, la familia será más feliz y armoniosa.

¿Cómo cultivar el respeto?

Si los padres queremos que nuestros hijos nos respeten, nosotros debemos dar el ejemplo. Debemos ser respetuosos con ellos y con nuestro entorno. Los niños aprenden fundamentalmente por imitación por lo que debemos cuidar que nuestras interacciones sean siempre respetuosas. Esperamos que nuestros hijos nos traten con el respeto debido y que sepan respetar a los demás. Pero ¿respetamos nosotros a nuestros hijos en la misma medida?

  • Dar el ejemplo: Respeta a tu cónyuge y a tus propios padres. Dar el ejemplo entre los padres es muy importante, pues cuando los hijos viven en un ambiente respetuoso y tranquilo es más probable que ellos también lo sean. Los hogares donde existen faltas de respeto entre los progenitores generan el clima propicio para que haya intolerancia y agresividad en nuestros hijos.
  • Escuchar: Escuchar atentamente sin interrumpir las opiniones de nuestros hijos, sus problemas son tan importantes como los nuestros. Una parte fundamental de ser respetuoso es escuchar a la otra persona. Si escuchas a tus hijos, será más probable que ellos te escuchen a ti. Piensa que eres su modelo.
  • Sinceridad: Siempre se les debe decir la verdad, mentir es defraudarles. No hay nada que mine más el respeto y la confianza hacia una persona que la falta de sinceridad.
  • Agradecer: Enseñándoles el valor de las palabras: «por favor, gracias, lo siento». Pedir perdón en caso que nos equivoquemos y agradecerles su esfuerzo al ayudarnos.
  • Sensatez: Evitar darles todo cuanto piden en el momento que lo piden. Todos queremos a nuestros hijos felices, sin embargo los padres debemos cumplir el rol de guiar y saber decir que no en los momentos necesarios, sin miedo a las reacciones de ellos ante las frustraciones.
  • Comunicación: Una buena comunicación es clave. Debemos tratar de hablar sin gritar, los gritos no nos dan más autoridad, ni credibilidad, ni infunden respeto. Los gritos y las malas formas fomentan el miedo y alejan a nuestros hijos de nosotros. Los gritos son el alimento perfecto para la desobediencia y la desconsideración.
  • Corregirlos: Cuando los corregimos debe ser de un modo positivo en privado y no humillarlo en público. Cuando un niño nos replica o contradice se debe explicar que su modo de contestarnos es incorrecto. Debemos enseñar que existen otros modos de decir lo mismo sin ser agresivo o contestón.
  • Calma: Mantén la calma. Sé razonable, especialmente cuando tus hijos no lo sean. Recuerda que la forma en que te comportas cuando estás enfadado es la forma en que se comportarán cuando estén agitados también. Demuéstrales a tus hijos que eres capaz de controlar tus emociones.
  • Reglas claras: Establecer reglas de convivencias claras. Las normas en la casa ayudan a los miembros de la familia a mantener una buena convivencia. Nos ayudan a respetarnos mutuamente y facilitan la armonía familiar.
  • Consistencia: Ser coherentes y consistentes en nuestros actos. Si una de las normas es: «no se salta en el sofá» no dejaremos que lo haga en casa de los abuelos, en un hotel o porque tenemos visita y no queremos montar una escena.
  • Límites: Poner límites a sus salidas de tono. Bajo ninguna circunstancia debemos permitir que nuestros hijos nos insulten aún cuando creamos que son demasiado pequeños para entender lo que dicen. Ante cualquier insulto o falta de respeto debemos ser firmes y claros, explicándoles que ese tipo de trato no se admite en nuestra familia.
  • No asumir: No asumas que entiendes cómo se sienten tus hijos. Aunque creas que entiendes por lo que están pasando, deja que tus hijos te expliquen qué les pasa. No les des lecciones sobre sus sentimientos con tu experiencia.
  • Compartir: Comparte tus valores y creencias con tus hijos. No puedes obligar a tus hijos a adoptar tus creencias. Pero cuando tus hijos comprendan por qué crees lo que crees, reconocerán que eres una persona de principios.
  • Reconocer: Es importante reconocer su esfuerzo, incluso en situaciones en las que el resultado no es ideal.
  • Opinión: Pide opinión a tus hijos sobre cosas que les afecten. Ellos valorarán el gesto y se sentirán importantes.
  • Atención: Muestra atención e interés por aquello que le importa a tus hijos: sus actividades, sus amistades, sus gustos. Aunque no los compartas, nunca los juzgues.
  • Diviértete: Haz cosas divertidas con tus hijos. Estos momentos te ayudarán a formar fuertes lazos.
  • Consejos: Si tus hijos enfrentan un problema, no les des consejos a menos que sea absolutamente necesario o que ellos te lo pidan. Mejor ayúdales a reflexionar sobre el problema.
  • Respeto a sí mismo: Enseñarle que él es valorado y que le importa a muchas personas. Que debe respetarse, quererse y valorarse a sí mismo.

¿Porqué el respeto es importante?

  • Recibir el respeto de las personas que nos rodean es importante porque nos hace sentir seguros y nos permite expresarnos.
  • Cuando somos respetados por la gente que es importante para nosotros nos enseña a ser respetuosos con los otros también.
  • El respeto significa que aceptas a los demás por quienes son, inclusive cuando ellos sean diferentes a ti.
  • Respetar construye en tus relaciones confianza, seguridad y bienestar.
  • El respeto es algo que se aprende a cultivar.

Se trata de ganarse el respeto sin imponerlo, tener autoridad sin caer en el autoritarismo.

¿Cómo sabes si hay respeto en tus relaciones familiares?

  • Tus familiares sienten seguridad alrededor de uno al otro en la convivencia.
  • Cuando hay desavenencias escuchan al otro y son pacientes.
  • No se gritan, atropellan ni se hablan por encima al otro.
  • Nadie está al control de las opciones de la otra persona.
  • Pueden conversar con libertad sobre sus necesidades y deseos.
  • Se permiten espacio si las otras personas lo necesitan.
  • Admiten sus errores cuando se han equivocado.

Enseñarle a tus hijos el respeto hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el entorno marcan la base no solo de toda buena educación, sino también de todo crecimiento feliz y de una mentalidad saludable.

Fuente: Kids help line. La mente es maravillosa, Team La Casa de Tití.

Lo Que los Padres No Deben Olvidar en Cuarentena

Para poder manejar las expectativas de convivencia y de conducta de nuestros hijos debemos comprender que estamos en una situación excepcional. Y cuando las excepciones ocurren hay que aprender a dar prioridad a lo realmente importante. Les mencionamos a continuación las 10 prioridades que los padres de familia deben reforzar en este confinamiento.

1- Estar abiertos al cambio

Un niño que antes de la cuarentena su comedor era destinado para las comidas y de pronto pasa a ser la oficina de la mamá. Ahora no se puede hablar ni acercarse porque actualmente hay un computador sobre la mesa. No pasa nada si un niño se cruza o saluda en una reunión o si ve más televisión que antes de la cuarentena.

2- Dar instrucciones claras y precisas

Es muy importante en el caso de los niños pequeños ser claros en las expectativas de lo que les pedimos. Darles una orden clara y fácil de seguir. La claridad en el mensaje generará mejores resultados para que nuestros hijos respeten normas mínimas. Dar la orden en concreto no da margen a la duda, haz la cama, guarda los juguetes, deja la ropa sucia en su lugar por favor.

3- Mantener la rutina

Las rutinas de los niños les permite sentir cierta certeza de seguridad y control del mundo que los rodea. Esto a la vez les disminuye la ansiedad en temporadas de crisis. Es importante que cada familia pueda evaluar las rutinas y hábitos que son esenciales dado que en estas circunstancias se vuelve imposible mantener todo tal cual. Por ejemplo, las rutinas de dormir temprano, de bañarse, de comidas, de realizar las tareas online. Pero siempre con la consideración que la época demanda.

4- Mediar con los hermanos

«Mediar de manera efectiva en la peleas entre hermanos en épocas de cuarentena se vuelve esencial al pensar que se continuará con la convivencia y que es necesario disminuir los factores de estrés a los que está expuesta toda la familia». Los padres deben ayudar a resolver de manera amigable los conflictos; premiar las colaboraciones y el buen comportamiento.

5- Convivir con adolescentes

La convivencia con adolescentes es un desafío incluso sin cuarentena, pero esta es una oportunidad para involucrarnos más y conocer el proceso de cambio que están viviendo. Para esto, es esencial respetar los espacios, pero con balance tampoco queremos perderlos de vista.

6- Compartir en familia

Las reuniones familiares son los momentos ideales para facilitar la convivencia en el hogar. En la crisis que nos encontramos viviendo, los encuentros familiares son muy importantes para compartir y divertirnos. Además es una forma para que todos los miembros de la casa se involucren en las labores de la hora de la comida. Te recomendamos nuestras estrategias para comer en familia: estos tips te podrán ayudar.

7- Manejar las emociones

Es muy importante regular nuestras emociones, ya que los niños estarán muy atentos a nuestra actitud y reacciones. Recuerda que el ejemplo es la mejor enseñanza que les podemos dar a nuestros hijos. El apoyo emocional en estos momentos de ansiedad es crucial: aquí te damos unos consejos sobre cómo identificar la ansiedad en los niños y qué hacer al respecto.

9 Reforzar la comunicación y sobre todo la escucha

Si pensamos en una conversación relevante que hayamos tenido con nuestros hijos o hijas, cuánto de ese tiempo destinamos nosotros a hablar y a escuchar realmente lo que dijeron.

La comunicación efectiva es una herramienta de interacción bidireccional, en la que los adultos tenemos una gran responsabilidad. Por ejemplo, con nuestros niños y adolescentes es muy importante desterrar de nuestro lenguaje expresiones negativas y que disminuyen como «eres un flojo» o «eres una desordenada». Los adultos debemos hablar desde lo que sentimos ante la conducta, y no desde las etiquetas o el reflejo que les dirigimos respecto a su identidad. Lograrás mucho más si te expresas desde lo positivo, con un lenguaje motivacional, cariñoso y constructivo. Por ejemplo «me encanta cuando recoges tu cuarto y te queda tan ordenado» o » ves que tu sí puedes».

10- Motivar y alentar

Algunos padres están acostumbrados a destacar lo malo y corregirlo, olvidan felicitar por lo bueno que se está haciendo, aún cuando eso sea algo cotidiano. Felicitemos a nuestros hijos por un trabajo bien hecho o el esfuerzo de simplemente intentarlo, puede ser con cosas tan sencillas como haber ordenado la mesa para comer cuando se les pidió. Aún cuando sean cosas simples y cotidianas, es el refuerzo positivo y no el negativo el que permite fijar un nuevo hábito.

Fuentes: La Tercera, Team La Casa de Titi.

¿Qué Quiero Ser Cuando Sea Grande?

Esta es una pregunta que todo niño se hace y sería ideal que contaran con nuestro apoyo para orientarlos y guiarlos. Así, ellos mismos podrán comprobar de primera mano qué es lo que los apasiona.

¿Le has preguntado a tu hijo qué quiere ser cuando sea grande?, lo más probable es que si está pequeño quiera tener tu profesión u oficio, porque está en la edad de querer ser como tú. Algunos tendrán otras aspiraciones; «yo quiero ser futbolista«, «yo seré una cantante«, «yo quiero ser doctora«, «yo quiero ser astronauta«, por nombrar algunos caso. Sin embargo a medida que van creciendo sus intereses van cambiando y tendrán sus propios gustos.

Entonces acompáñalo y guíalo para que logre sus metas y sueños; escúchalo sin imponerte para que se desarrolle siendo lo que verdaderamente quiera ser, así mismo apóyalo con un vocabulario optimista «sí eres capaz» o «puedes lograrlo».

  1. «MI HIJA BAILA TODO EL DÍA» «EL MÍO SOLO QUIERE PINTAR»

Es bueno que inicialmente lo observes con mucho detalle. Fíjate atentamente en el desarrollo de sus inclinaciones, sus aptitudes y en sus intereses. Por ejemplo, si baila cada vez que puede, si esculpe sus personajes favoritos con play-doh con mucha emoción o si tiene facilidad para jugar con juguetes electrónicos o prefiere patear la pelota en el parque. Todos los detalles son importantes.

2. «COCINEMOS TU PLATO FAVORITO» «VAMOS A CASA DE TITI, QUE TIENES CLASE»

Si observas que le gusta mucho un deporte o un instrumento musical, le puedes ofrecer clases de fútbol o de música y de esa manera ya lo vas acercando a experimentar y a comprobar si en verdad le gusta. Quizás le interesan mucho las matemáticas entonces podrías darle recursos y juegos que le permitan explorarlas de forma natural y divertida. Si le gusta la cocina podrías cocinar con él o ella.

3. «QUÉ BELLA ESA CANCIÓN, VUÉLVELA A TOCAR» «CUÉNTAME LA HISTORIA DE ESTE DIBUJO»

El apoyo emocional en las actividades y tu constante atención hacia sus inclinaciones e intereses son clave. El esfuerzo, perseverancia y dedicación que como padres les demos a nuestros hijos constituye su éxito. Involúcrate activamente y ayúdalo cuestionar lo que hace para ir moldeando sus aspiraciones a medida que vaya creciendo.

Tu hijo también podrá conseguir lo que desee con tu apoyo, tu cariño y su trabajo con constancia.

Fuente: Team Casa de Tití